El camino entre tú y lo que deseas puede ser instantáneo, corto, largo o eterno.
¿De qué depende? De tu vibración.
Como una carretera que te conduce de la ciudad al mar.
Sales de tu casa sabiendo que en determinado tiempo estarás en el destino deseado. Tienes un mapa, el mapa te marca una distancia exacta desde tu casa al mar y tienes un vehículo que sabes que recorre determinada distancia en determinado tiempo.
Es decir, si de mi casa al mar hay doscientos (200) kilómetros y mi auto va a cien (100) km por hora, en dos (2) horas estaré en el mar. No hay duda.
Bueno, con los deseos sucede algo similar solo que NO sabes cuánto tiempo llevará ya que NO tienes el mapa por lo tanto NO tienes distancia ni sabes qué vehículo te llevará o te traerá (mejor dicho) tu deseo realizado en este plano.
El mapa lo tiene el UNIVERSO. Y esto es MARAVILLOSO.
¿Qué hago entonces?
Tu parte es la mejor: decidir qué deseas, ¿qué deseas? ¿cuál es tu destino? Luego enfocar en la sensación de el deseo realizado.
Esto es: ¿cómo me sentirÌa si mi sueño se volviera realidad? Y quedarte allÌ jugando con esas emociones.
Esta parte suele resultar dificultosa. ¿Por qué? porque tu mente te interrumpe para preguntarte cómo lo lograrás.
Tu mente te dice «es muy lindo tu deseo de vacacionar en el Caribe pero… ¿cómo lo vas a pagar si con tu trabajo no ganas para eso?»
Esa es la mente; mediocre, carente, miedosa.
En ese momento te desconectas de forma positiva con tu deseo, en este caso de vacacionar en el Caribe, y te conectas con la IMPOSIBILIDAD de concretar ese deseo.
A partir de aquí, cada vez que pienses en el Caribe, tendrás un segundo inicial de alegría y luego minutos largos de frustración.
El UNIVERSO, a la vez, «espera» que decidas si el trabajo de concretar tu deseo lo vas a resolver tú con tu mente o si se lo vas a delegar a él, si vas a SOLTAR.
Y asÍ vas, adelantas cien kilómetros y luego viene tu mente y retrocedes mil kilómetros.
¿Se comprende?
Pero puedo asegurarte que cuanto más alineado estés con tu Ser Interior y tu Ser Interior alineado con la feliz sensación de llegar al deseo, más rápido llegarás.
Por esto es que siempre digo que con respecto a los deseos hay que enfocar SOLO en el RESULTADO FINAL, no te quedes en detalles.
Lo que no puede suceder es que avances y retrocedas, con esperanzas y desilusiones, porque en ese caso, claramente no llegarás a tu deseo.
Te quedarás a mitad de camino y eso es lo que te lleva a una vida chata, permanecer a mitad de camino.
Es como cuando vas en la carretera camino al mar, no se te ocurre dar la vuelta porque aún no ves el cartel que indica que estás llegando al mar.
Tienes la certeza de que el cartel aparecerá y minutos más, minutos menos, estarás en el mar.
De la misma manera, aunque aún no veas carteles que indiquen que estás llegando a tu deseo, no des la vuelta.
Sigue adelante con certeza y el Universo comenzará a ponerte las señales en la carretera.
(MarÌa Van)
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